El amor es parapléjico cuando le viene en gana, es deudor y timador de transparencias no palpables. Es contagio y presa fácil, timonel de un corazón noble y rebelde. Es caudal de un espejismo siniestro, es la rueda qué, concentrada en su destino no para de rodar nunca. Es el drenaje limpio de una herida doliente que se alimenta a fuerzas, de miradas y palabras. Es causante de punzadas y puntadas, el invento más absurdo de un Dios sin cruz ni velo.
El Amor es esencia,
impacto del recuerdo y lo que queda.
Aderet Ela
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