Pasa que el estar también lastima y desprende el temor y sus augurios y enrojece el desquite del silencio y silencia el umbral de los recuerdos.
Y si estoy tan cerca y luego lejos ya no me encuentro porque afirmas lo que fue y lo que dejas y se entristece mi dolor y grita fuerte y la muerte ya no entiende, ni desea, mucho menos saber de mi presencia.
Entonces qué queda de ti, de lo qué fuera y de mi ?
Una fuerte posesión de mil palabras, un lenguaje a tono medio, solo nuestro, una hoguera que arde y nos mece, una colcha, tu voz y lo que eres,
Dentro de mi alma,
Permanente.
Aderet Ela
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