No existe un lugar al que pueda huir de mi misma
por más que me oculte bajo ramas secas y no haga ruido y mis dedos acallen los labios del silencio y con Amor, el murmullo de algunos perdone, no podré escabullirme de mis actos y conciencia.
Entonces queda enfrentar la tertulia de las horas, la desesperanza del desierto de las cosas.
Plantaré semillas nuevas ( me digo a solas ) las clavaré en mi pecho y beberán belleza pura y la calamidad habrá empacado sus maletas y la verdad por siempre reinará sobre mi vida.
Evelyn Nayit
El destino de una Mujer.
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